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miércoles, 2 de abril de 2014

NO EXISTE LA ESPERANZA



NO EXISTE LA ESPERANZA


Pasó la tempestad… Llegó la calma…
Comenzaron, de nuevo…
Después de la tormenta…
A florecer mis margaritas y mis nardos.
Las rosas… rosadas que murieron…
Volvieron a  llenar con su fragancia
El espacio vacío que dejaron.
El reloj… Me recuerda, que el dolor pasa…
Que con cada campanada,
Puede llegar  de nuevo la esperanza;
¡Pero no! La esperanza, no volverá
Porque  no existe… 
Porque solo la inventamos, los que soñamos y confiamos.
Los que hacemos castillos en el aire,
Los que navegamos en veleros chiquititos
Y creemos que podemos llegar al fin del mundo, si queremos.
Los ilusos que pensamos, que la amistad existe,
 Que el amor es bueno, que confiamos y nos entregamos.
Entregamos, el alma, la confianza, la ternura, una sonrisa,
La palabra amable, una  mirada. 
Y esperamos…
 Recibir… También lo mismo…
Una palabra que nos acaricie…
Un beso, que quizás, solo soñamos.
Una mano, que este presta, a levantarnos,
Una mirada, que al mirarnos, solo diga:
“Tranquila, que yo estoy a tu lado”
La esperanza no existe…
Solo la inventamos…
Cuando nos sentimos libres como las gaviotas
Y buscamos playas, que hace mucho…
Mucho tiempo, que no visitamos.
Cuando inventamos mundos, solo nuestros,
Donde podemos llegar, en la máquina del tiempo
O porque nos creemos, cóndores  reales
Para cruzar los andes y  llegar a ellos.
O como el loco del parque, que buscaba,
Con la “esperanza” de encontrar sus sueños.
Solo nosotros la inventamos, como un consuelo…
La esperanza no existe… Solo es una palabra.
Que solo, los ilusos, inventamos.
Cuando la necesitamos...
Eva
Amanecer del jueves 3 de abril de 2014
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