EL JARDÍN
Un
día cualquiera pase por la casa.
Quizás
de un poeta o un soñador
Su nombre... Tenía un nombre… (La casa)
Que
hizo que me detuviera... Porque me gusto.
Del
jardín…Manaba perfumes de nardos,
De
rosas… De lirios, azahares blancos
Y
de margaritas del mismo color.
Su
puerta, entreabierta, coqueta llamaba
Para
entrar en ella, sin pedir permiso y menos, perdón.
Y
me hice amiga de todas las flores,
Y
cuando podía, por allí pasaba
Y
siempre encontraba algo, que llenaba
De
gozo el espíritu y mi corazón.
Pero
un día…Cualquiera… Pase…
Y
en la puerta… Vi un letrero que decía:
Este
jardín es privado y no se permite
Que
un extraño entre, para ver las flores
Para
hablar con ellas, contarles historias
Y
suspirar luego, al decir adiós.
¿Entonces?
Al jardín de ensueños, no volveré... Más.
Su
puerta cerrada, franquea la entrada,
Quizás…
Su dueño, creyó, que podría, robarle las flores;
Hacer
un jardín mejor, igual, o quizás…Peor…
Y
dieron celos de que yo las viera…Gozara
de ellas,
Les
contara historia y que juntas, lloráramos
O
solo soñáramos, para ser felices y cantarle al amor.
Eva
Sábado
26 de abril de 2014
Derechos
de Autor Reservados
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