DESTINO
El destino nos unió un
día.
Fue un instante,
solamente.
Me miraste, te mire a
lo lejos
Y cambió el rumbo de mi
vida.
Yo, era un barco que
cruzaba el horizonte.
Envuelta en la niebla
del olvido
Iba por el mundo tras
un sueño
Y con solo
mirarte…Comprendí, que te quería.
Pero, eres un fantasma,
solo eso…
Algo, que existió y no
existe.
Algo, que fue, sin
serlo…
Algo, que se perdió, en
la bruma del recuerdo.
Un espejismo que
naufragó conmigo,
En las azules y
turbulentas de aguas
De un mar embravecido.
Dejando una marca
indeleble en mí destino.
Eva
Medellín,
Siglo XX
Derechos
de Autor Reservados
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