UN DÍA DE LLUVIA
La oscuridad, el frío, la
tempestad, el rayo,
Me hablan a lo lejos, de recuerdos
amargos.
Tinieblas que confunden, la luz de
una centella,
Con la luz de una farola, cubierta
por la niebla.
Es una noche triste, no se ve ni
una estrella,
Es una noche negra, tan fría, que
la sangre se hiela.
En el parque, el violinista loco,
no se encuentra.
Y la música que se escucha, es la
de un trueno, a lo lejos…
El buscador de sueños, tiritando de frío,
Me
regala una flor, que no ha sido arrancada por el viento.
Mi amigo y yo, solo sonreímos. No
hablamos.
¿Cómo vamos hablar si los dos
sollozamos?
¿Al no saber si lloramos, o, es la lluvia
Que baña... todo nuestro cuerpo?
Ya es hora de partir… de regresar a
casa.
Ya es hora, de olvidar… de no
recordar nada.
Ya es hora de soñar…de abrir las
puertas
Que tenía cerradas… del mundo de ilusiones,
Donde nadie me hiere, donde nadie,
me daña.
Ya es hora, de volver a remontar el
cielo
Y volar de nuevo, como el cóndor,
por todas mis montañas.
O buscar, el más allá del mar, con
todos sus misterios,
Para saber, si la felicidad existe,
o solo... es un invento.
Eva
Viernes
primero de abril de 2016
Derechos de Autor
Reservados
Preciosa. Es verdad que muchas veces las gotas de lluvia ocultan nuestras lágrimas.
ResponderEliminarEs verdad que muchas veces tenemos que ocultarnos para que no, nos hagan daño.
Es verdad que la felicidad total no existe, pero también es verdad que, debemos de ocultarlo.
Un saludo Rodri.
Ao passar pela net encontrei seu blog, estive a ver e ler alguma postagens um bom blog, daqueles que gostamos de visitar, e ficar mais um pouco.
ResponderEliminarEu também tenho um blog, Peregrino E servo, se desejar fazer uma visita
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Graças vou visitar Eva
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