MAESTRO
No te culpes y ni culpes…
No te amargues.
No imagines situaciones que no
existen.
Que jamás existieron, ni existirán mañana.
No ofendas, ni te ofendas,
En tu dolor, no inventes, (si es,
que el existe)
Que te hicieron, que hiciste, que
dijiste o te dijeron.
Solo calla…
Encontrando la verdad, en tu silencio.
Solo la verdad y nada… nada más.
Cierra tus ojos y recuerda.
Solo dulzura, recibiste y también, la
diste.
Solo ternura hubo, sin engaños, sin
mentiras
(No eran necesarias, para nada).
Más, el deseo de aprender de un
gran maestro.
Que el egoísmo,
En ese entonces, no conocía.
Nada te quitaron, nada te robaron,
Como insinúas.
No te ofendieron y jamás
ofendiste,
Pero ahora…
Acusas, ofendes, mientes, hieres, sin razón.
Viaja tranquilo de la montaña al
mar, sin hacer pausa.
En tu camino, en tu sendero, no
voltees atrás,
No hallarás nada.
Solo la bruma, de una noche fría,
Solo el silencio, una lágrima, el
perdón.
El olvido, de algo muy bello;
De un sueño, tan imposible,
Como agarrar el sol, con nuestras
manos
O pedirle a Dios, retroceder el
tiempo,
Para intentar ser feliz, los dos.
Talvez, en un mundo diferente al
nuestro
O en otro momento de la historia
del universo,
O de la humanidad.
Sigue escribiendo, tan bello, como
antes lo hacías,
Como tú, solo tú, lo sabes hacer.
Maestro.
Eva
Sábado 28 de
Enero de 2017
Derechos de Autor de R. de
C.
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