EN LA NOCHE
Me
detuve y escuche tu voz
En
el suave silencio de esa noche fría…
De
lloviznas…de nostalgias… de miedos…
Y
en medio del silencio… de mi silencio…
Viaje
por el tiempo buscando recuerdos
De
aquellos momentos
En
que tu voz se perdiera en la oscura neblina
De
aquel lejano y frío invierno.
Al
vacío mire…y al vacío se fueron mis suspiros.
¡Oh
Dios! Al escucharte.
Comprendí…
Que
era nuestra historia,
Tú
historia, mi historia.
Que
tus sentimientos, eran nuestros sentimientos…
Mis
sentimientos…
Y
no supe…
Si
era tu voz, o la mía, la que resonaba
En
el silencio de esa noche fría,
Oscura…
de magia… de poesía…
Recode
entonces… que la primavera
Ya
no llega a mi vida…
Que el verano no existe…
Que
cuando el silencio llegó
Llegó
el olvido…
Donde
el invierno frío, sepulto sueños, ilusiones,
Alegrías
y también, desvaríos.
Voy
al riachuelo… al nuestro…
Observo
la belleza de sus aguas cristalinas,
Juego
amorosa, con los juncos, con los mimbres…
Y
escucho, al cerrar los ojos,
El
cantarín y armonioso sonido
De
sus aguas… cuando...
Las acaricio con mis
manos.
Pero,
mi amor… murió.
Murió
en ese invierno
Donde
no hubo palabras.
Donde
el sonido de tu voz quedo sepultada
En
un alud de nieve de la montaña blanca.
¿Yo?
Como el viejo roble, he muerto…
Y ni él,
ni yo, volveremos a la vida
Porque
tu amor, nos falta.
¡Cómo
quisiera hablarte, si pudiera!
Como
quisiera decirte: yo te amo.
Como,
quisiera correr hasta tus brazos
Y
en un beso entregarte el corazón… la vida…
Pero
en el alud de la montaña, blanca
Enterró,
con realidades, tu amor, mi amor
Y la esperanza.
¡Como
quisiera decirte lo contrario!
¡Como
quisiera!...
Eva
Escrita
el domingo 26 de mayo de 2013
Publicada
el lunes 3 de agosto de 2015
Derechos
de Autor Reservados
Es muy triste pensar que la primavera que se fue no vuelve,
ResponderEliminarque solo existe para nosotros el frío y crudo invierno,
que se escucharon sus pasos al partir en el silencio,
que el roble se secó y nunca más volvio a dar sombra en el verano ardiente.
Pero no; amiga mía, las primaveras vuelven cada año al terminar el invierno
y en el troco seco y carcomido del roble que parecia que ya habia muerto,
yo he visto yo un retoño florecido con los primeros rayos de sol despues del crudo invierno.
Muy triste pero a la vez muy profunda. Rodri.