EN LA TERTULIA
Desde
la ventana se aprecian las luces
Que a mis pies titilan, de la gran ciudad.
El
cielo está claro… Las nubes se fueron…
Y
solo se escucha el correr de la gente,
que anda con afán.
Distinto…
Es adentro…
Se
escucha la música, tan suave, tan tímida
Que
solo suspiros, del alma saldrán.
Todos
sonreímos, todos saludamos…
Y
el primero: Cuenta su historia en un verso
Que
forma un poema, que hace, hasta llorar.
El
segundo: A su triunfo canta y llora…De
felicidad.
Y
así, cada uno… Le canta a la vida… A sus sueños…
A la esperanza… (Aún, no saben, que no existe
ya)
Me
toca el turno: Mi mente está en blanco…
Me
quedo callada… No sé qué poema les puede gustar.
Tal
vez, es el último, quizás, el primero o el que se oculta
Entre
las páginas de uno de mis libros…
Cortito,
sediento, de gloria y con miedo… A la soledad…
Ya
cantaron a la vida… A la gloria… Al amor… Al recuerdo…
¡Al
campo, al cielo, al mar, al desamor, al
desengaño!
¿Entonces?
¿A quién? ¿A qué? ¿Puedo cantar?
Entre
risa y chanzas escogieron…El pequeño,
Otro más y luego, el último. ¡Siempre igual!
Entonces…
Comienzo…
“Estoy cansada…
Muy cansada amigo…
Quiero
dormir y despertar
a tiempo
Para ver el
final de este
partido…
Luego:
“Al caminar por esta playa oscura...
Le he preguntado al mar
Una y mil veces…
¿Cómo encuentro la ruta del olvido?
¿Cómo hundo mi pequeño barquito?...
¡Y por fin!
El último,
para salir huyendo:
“Como duele ¡Dios mío! El alma.
No sé cómo definir, este dolor agudo
Que se clava, en el corazón maltrecho
Que ahoga,
asfixia, que desgarra”…
Todos estaban
muy contentos,
Cada cual hablaba…
¡Y de nuevo las risas, las chanzas, la alegría!
Mientras mi corazón lloraba... Salí corriendo…
Para no regresar…
Eva
Sábado 29 de Marzo de 2014
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