PAYASITA (MI
OTRO YO)
Un día cualquiera, tendida en la arena
Cerrando
los ojos, vi una payasita
Que corría… Con una sonrisa en sus labios
rojos…
Dos lágrimas pintadas en cada mejilla,
Tan
negras… Como el maquillaje
De sus ojos de color de almendra,
Que
eran dos estrellas en un cielo
Rojo,
quizás, por el llanto…
(O
por el viento ardiente del verano cálido)
Igual…
A la pequeña y redonda naricilla
Que
lleva en su rostro. ¡Tan roja!...
Como
una rosa, que un día llego hasta mis manos.
Sus
mejillas blancas… Tan llenas de pecas,
Parecían
un cielo estrellado.
Haciéndole juego
con su cabellera, de un castaño
claro;
Que estaba cubierta de risos rojizos
Como
las hojas de un otoño nuevo o quizás… Ya
muerto...
Su
vestido… Muy blanco de puntos muy negros
(De
corbata grande, que llegaba al suelo)
Tan
amplio… como su zapatos
Que
en cada zancada avanzaba, recorriendo el mundo
Que
se le escapaba…
Como
se le escapan, sus sueños…Y también… Sus
recuerdos.
Quise
abrir los ojos, para retenerla,
Quise,
como ella, recorrer el mundo y seguir soñando…
Esos
sueños dulces, que siempre he forjado
Y que yo… Los pierdo…
O
que me los roba el ¡desierto, el mar, la noche!
¡El
verano… O el invierno!
Y
que solo
llegan a mí…
En
el otoño rojo de mis pensamientos…
Este
otoño, espero, que pase tan rápido
Como
pasa el viento…
Para
soñar en el invierno…Con sueños ya muertos
Con
sueños pasados… Que no
fueron sueños…
Que
no fueron nada…
Que
fueron creados por la payasita,
Que
un día cualquiera… De un verano ardiente…
Yo
me la inventara…
Para que juntitas, riéramos de nuevo…
Eva
Martes
27 de Agosto de 2013
Derechos
de Autor Reservados
Doña Eva Margarita:
ResponderEliminarHe llegado a su página por casualidad y me he llevado dos gratas sorpresas: la una, que usted es de Medellin, Colombia y, la segunda, por su gran calidad poética. El poema que aquí nos presenta (salvo un pequeño error de ortografía en el segundo verso)es precioso en su forma y en su contenido y me gusta cómo usted nos presenta esa posibilidad de ser humano de soñar o de examinar su propio yo como una forma de encontrarse a si mismo, de buscar su pasado y de afianzarse al presente.
Reciba mi admiración y un saludo desde Suecia.
Gustavo: Mil gracias por la corrección. Estaba dormida (No es una disculpa a mi descuido) Escribo casi siempre al amanecer. Un poco brujita y muy búho. Pero ya se que tengo un amigo muy lejos que va a corregir mis errores y esto me agrada. Gustavo, no uses el Doña ese si te lo regalo. Gracias, mil y mil gracias. Un abrazo Eva Margarita.
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