TRES DÍAS DE PASIÓN
Tres días para recordar al que nos dio vida
Tres días solamente, para buscarlo,
Tres días que luego, olvidamos
Porque ya cumplimos con el ritual
del año…
Vamos, entonces, por el mundo, como
dueños y señores,
Destruyendo sueños, vidas,
ilusiones.
Somos los amos, del humilde, del
pobre y del que tiene miedo
Y amigos de traidores, que someten, engañan y que matan.
Se nos olvida. Que solo Dios es
el dueño de la vida.
Se nos olvida. Que para Él, el más
pequeño, es el más grande.
Se nos olvida. Que vivimos porque Él quiere que vivamos.
Porque quiere que aprendamos a ser
buenos, libremente, como Él, nos ha enseñado.
Tres días solamente, en el año.
Que debíamos buscarlo en el cielo
azul del infinito,
En el inmenso mar que nunca se
desborda,
O en la montaña blanca, que su pico, es el último
escalón para llegar al cielo.
Busquemos a Dios en nuestras almas,
Busquémoslo en nuestros corazones, en nuestros sueños,
Busquémoslo cuando un niño llore,
O un anciano abandonado, muere.
Busquemos a Dios en la alegría, en
el dolor,
Cuando estemos tristes, o cuando suspiremos
Porque estamos alegres, porque amamos,
Porque alguien nos ama, o, porque nos quiere.
¿Entonces? Vale la pena, en estos tres días, vivir su
calvario.
Comprender que dio su vida, por
nosotros.
Que tenía la plena libertad de
abandonarnos,
Pero prefirió morir y darnos
vida, más libertad para vivirla.
Vivamos plenamente el misterio de la redención.
Solo son tres días de pasión, solo
tres días, nada más.
Eva
Miércoles 23 de Marzo de 2016.
(Media noche)
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