AMIGO
No intento soñar…Solo
sueño…
Sueño… ¡Porque estoy
viva!
Sueño… ¡Porque quiero
devorarme el mundo… Con mis sueños!
Sí. Quise estar sola…
¡Perderme en la locura
de un viernes de invierno!
De una ciudad fría,
indiferente, dura, donde nadie existe,
Porque no tiene
sentimientos… Ni ilusiones… Ni sueños…
Árboles que bailan con
la brisa…
Y el sonido de sus
hojas…
Forman una melodía de
recuerdos… De ilusiones…
De amores viejos… Que
quizás, murieron…
La lluvia, se confunde
con el llanto…
Le gusta encontrar
otras gotas de agua, amargas y saladas,
Para morir con ellas,
en unos labios que sueñan
Con el último beso de
amor, que recibieron.
Cada melodía, tiene en
mi vida un momento…
Un recuerdo de
felicidad, de dolor, de desengaño.
De esperanza, de
ilusiones nuevas o muy viejas
De sueños que murieron,
y otros… Que llegaron…
Este día, me encontré
con un olvidado sentimiento: La tristeza…
Llegó como llega un
intruso… De improviso…
Y quería, que al
terminar el día, se marchara…
Con la esperanza, que
la alegría llegara con sus risas.
Hoy, las he visto. ¡Son
hermosas!
No son rojas… Son
rosadas… Sin tarjeta…
Pero sé, de donde
vienen y quien las manda. Gracias.
Eva
Escrito el sábado 15 de febrero de 2014
Modificada y publicado sábado 28 de Marzo 2015
Derechos de Autor Reservados
Es bonito soñar y soñar recuerdos.
ResponderEliminarTambién cuando uno siente nostalgias
descubre una ciudad impersonal y desierta.
La tristeza siempre llega sin que se la espere,
y nunca se va cuando uno quiere.
Los árboles son siempre un buen consuelo.
Pero amiga mía, este y otros viernes
de invierno te espera
un ramo de rosas que siempre que llega,
se llevan tus penas
también, tus malos momentos,
aunque nunca porte,
en él ningún sobre y escrito un nombre. Preciosa. Rodri