SAN
VALENTÍN
Día
de amor, día de ilusiones…
Día
de recuerdos y también, de sueños.
¿Pero
yo? No sé, si estaba triste…
O
simplemente lloraba, como lloraba el día.
¡En
una ciudad tan grande, tan llena de gente!
¡Donde
todo el mundo corre y nadie ríe!
Donde
nadie conoce a nadie y donde nada importa…
Hoy…
Me sentí perdida.
Fue
un día especial… Quise estar sola… Y
sola estuve.
¡Vague,
por una calle… Una avenida!
Por
un sendero… solitario, oscuro
Donde
los árboles, dormían…
Mientras
tanto… Llovía…
Y
deje que la lluvia me mojara…
Que
las gotas de agua… Con mis lágrimas corrieran…
Que mojaran mis labios entreabiertos
Para
correr luego, por mi pecho.
Si…
Ahora comprendo… Estaba triste… Muy triste…
¡Hacía
tiempo, que no me encontraba con este sentimiento!
Ahora…
En mi estudio, escuchando mi música y escribiendo,
Miro
mi pequeño reloj de arena y veo
Que
pronto comenzara otro día, tan incierto…
Como
incierta es mi vida…
¡Que
me ha regalado el cielo en un minuto!
¡Y
en un minuto me lo quita!
Eva
Viernes
14 de febrero de 2014
Derechos
de Autor Reservados
Por qué tú intentas soñar si hace tiempo se fueron,
ResponderEliminarse fueron con un sin más, con un sin decir adiós
tus sueños, junto a mis sueños.
Los sueños tuyos y los míos hace tiempo que se fueron.
Se marcharon por distintos derroteros.
Quisiste estar a solas, a solas con tus silencios
y para estar sola tú te perdiste en medio del maremágnum
que hay en las calles de las ciudades y los pueblos
el día de San Valentín se ven; ramos de rosas correr
y en cada esquinas besos y se escucha; te quiero.
Los árboles desnudos de las alamedas por las que tú paseas,
muestran e sus tronco viejos letreros grabados con fuego,
con el ardor de ese amor que siendo el primero,
es el amor que nunca se olvida aunque casi nunca llega,
a ser el amor; que pervive toda una vida.
Dices que llovía, más tú no te distes cuenta que lo que caía,
no eran, no eran gotas de lluvia eran; lágrimas derramadas
por los amores perdidos que en forma de lluvia caen a la tierra ese día,
caen solamente, solo caen, del cielo ese día.
Después en el silencio de tu aposento, con la música puesta,
volvieron a ti viejos sentimientos, emociones que hace tiempo
creíste que habías olvidado, pero hoy a ti, ellos han vuelto.
Vuelven desde lo más profundo de tu corazón
donde ellos se escondieron y permanecen un año en silencio.
Miraste el viejo reloj que camina ajeno a tus sentimientos
y te distes cuenta que solo faltaba un corto momento,
para pasar la hoja de tu calendario y dejar atrás los sentimientos,
y de nuevo olvidarlos hasta otro año, hasta otro catorce de febrero.
En ese día, otra vez querrás estar a solas con tus sentimientos y viejos recuerdos.
Pero al mirar a tu alrededor;
sobre el aparador de tu estudio hay un ramo de rosas frescas y olorosas
que has recibido sin tarjeta alguna y quizás nunca sepas, quién te las envía.
Rodriguezrodri.