LA
BUHARDILLA
He estado hoy, después de mucho tiempo…
En la buhardilla.
Donde
escondimos en secreto, tu amor…
Nuestro amor… Las ilusiones…
El
beso robado… La caricia fugaz…
Que
en nuestros juegos…
De
niños grandes… Jugábamos.
¿Y
sabes? ¡El frío invadía la buhardilla!
¡La
oscuridad todo lo cubría!
Igual
que el polvo que vestía, como un manto oscuro
El
baúl de recuerdos de sueños y de olvidos,
Donde guardamos los últimos pedazos que
quedaron
De
tu vida y mi vida destrozadas… Por… Por la vida.
Recordé,
entonces, cuando los guardamos…
El
deseo de volverlos a encontrar y revivirlos…
Al
día siguiente… Un año… O después de un siglo…
Y
como ese día, me senté, en la oscuridad de la buhardilla
A
recordar tú nombre, tu figura, tus manos, tus ojos y tus labios.
El
nombre de cada estrella, cada lucero…
Que
juntos, contábamos…
Y que
era nuestro idioma preferido cuando, en el cielo,
Dibujábamos
tu nombre y mi nombre, entrelazados.
Y leí
cada carta que escribimos…
Cada
promesa, cada sueño…Cada ilusión…
Recordé
la melodía inconclusa de un bolero
Que
siempre escuchábamos y que nunca terminamos…
Hoy… Nuevamente estoy acá…
En la buhardilla…
Y solo veo… Que la vida es esta…
Un
pequeño reloj de arena…
Que solo marca el tiempo... Si uno, lo voltea…
Eva
Amanecer
del Viernes 13 de Septiembre de 2013
Derechos de Autor Reservados
Los recuerdos afloran al visitar esos espacios que formaron parte de las viviencias de un amor que dejó profundas huellas; el poema refleja bellamente lo anterior y, constata, ese aferrarse al pasado negandose la vida por vivir.
ResponderEliminarRecibe un abrazo apreciada Eva.
Hola Gustavo:
ResponderEliminarGracias por tus comentarios. Me llenan de alegría y más, al saber que son hechos por un compatriota y gran poeta que se encuentra tan lejos de su tierra. Gracias, Un abrazo de tu amiga Eva.