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viernes, 23 de septiembre de 2016

MIRANDO LA CIUDAD

MIRANDO LA CIUDAD
 Desde lo alto de esta torre, 
Perdida en el cielo.
En la  oscuridad de la  tarde
Fría de invierno.
El romero se duerme,  esparciendo
Su perfume de  montaña  lejana,
 De campo solitario y  húmedo,
O muy seco. 
Las luces de la ciudad,
Se encienden, a lo lejos…
Parecen estrellas y luceros
Que se han regado por los suelos.
El paisaje solitario y silencioso,
Desde esta altura ¡Es hermoso!
Pero Tú… tu no estas.
 ¡Estás tan lejos! ¡Tanto!
Que solo es necesario, en el mapa,
Una línea recta  para  llegar a ti…
Y nada más.
Si toco un botón, en mí  escritorio,
Allí estas… pero no… 
Debo dejarte  pasar. 
Los sueños, sueños son...
Sutiles,  etéreos, invisibles,
¿Factibles?  No… no… no.
Si lo fueran…
Dejarían de  tener la magia de los  sueños.
La felicidad de la realidad,
 Los mataría
 Y se convertirían, en leyenda y nada más.
Nada más.
Eva
Viernes 23 de Septiembre de 2016

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