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jueves, 27 de marzo de 2014

A UN AMIGO QUE SE FUE



A UN AMIGO QUE SE FUE

Como duele ¡Dios mío! El alma.
No sé cómo definir, este dolor agudo
Que se clava, en el corazón maltrecho
Que  ahoga, asfixia, que desgarra.
Un suspiro… Tal vez, una lágrima…
Un recuerdo, (aunque sean pocos)
Nos da calma…
Es un dolor tan único…
¿Cómo explicarlo? ¡Que da rabia!
Nadie lo entiende, menos, lo comprenden.
Todo el mundo pregunta: ¿Qué te pasa?
¡Perder algo, no tiene importancia!
 Todo se remplaza. ¡No lo crean!
A veces, las cosas intangibles, (los sentimientos)
Aquellos, que llegan nos invaden…
Que se acomodan en cada rinconcito
Que encuentran vacíos en  el alma.
Cuando se marchan…
No sabemos cómo remplazarlos…
Y más… Porque  llegaron, 
En el momento preciso, sin buscarlos.
Y curaron, nuestro pobre corazón que agonizaba.
Esa persona, que nos regala esos sentimientos…
Que  nada pregunta… Nada pide…
Que nos hace reír… Que discutimos…
Que corrige, los errores, que cometo…
Que de lejos, es mi ejemplo y  de cerca, es mi guía,
Que me enseña y tiene la paciencia del maestro.
Que está presto  a salvarme, a auxiliarme
Cuando, quiero hacer todo lo contrario. 
Que es un niño… O es un hombre…
¡Es mi amigo!
A esa persona, nunca puede remplazarse.
Pero… Hay que dejarla marcha, si lo decide…
Y solo verlo partir… Si así lo quiere…
Feliz viaje amigo y gracias…
Eva
Jueves 27 de Marzo de 2014
Derechos de Autor Reservados

  


1 comentario:

  1. Querida Eva María: otra vez, y otra, mi alma se identifica con tus versos. He perdido tantos amigos venezolanos en los últimos días, que tu poesía parece comprendernos. Hace unos días también se fue un gran amigo pianista que menciono en mi última crónica "La noticia corrió como las bombas lacrimógenas" (www.cuentoscronicasycroniquillas.blogspot.com.) El estaba enfermo y cuando lo llamé para decirle que había publicado su foto allí, me atendió su esposa y me dijo que él se había ido el jueves anterior. Yo no me enteré sino hasta ese momento. ¿Sabes? las bombas lacrimógenas también han corrido cerca de mi casa en Santa Fe en estos días. Mil gracias por tus palabras solidarias, mi millones de gracias también por este bellísimo verso. Muchos abrazos de tu hermana venezolana,

    Myriam

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