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sábado, 2 de mayo de 2009

EL MALABARISTA







EL MALABARISTA
Una tarde de invierno, de regreso a su casa…
Un pequeño indigente, soñando sonreía.
Sin pensar que la muerte, no le permitiría
Realizar ese sueño… De jugar con su cuerpo,
Sus pelotas de trapo y cantar la canción,
Que una vez…Escuchara al quedarse dormido.
En su costal, llevaba, esa carpa de circo,
Que aquel viejo payaso, le regaló con cariño;
En su mente sonaban los aplausos…
Y el silbido fraterno…De un amigo querido.
Mientras que la luna, iluminaba el camino
Para llegar a casa, y calentar su cuerpo
Con su carpa de circo…
Pero, aquel caballero, se cruzó en su camino…
Y, por solo rozarle, termino con el sueño del pequeño chiquillo,
Que sonriendo… No comprendió, lo que estaba pasado.
¡Las luces de un gran circo, se prendieron de pronto!
Muy contento, el niño, comenzó su espectáculo…
Los aplausos sonaron… Las risas y los gritos
Y, el silbido amigo… Que tanto había esperado.
La Luna y las estrellas… Iluminaron sus lágrimas,
Al quedarse dormido….Con sus brazos cruzados.
Mientras el caballero…Reanudaba su paso,
Con alegre sonrisa, por haber terminado
Con la vida del niño… Que lo había tocado.
Eva
Agosto 6 de 2005

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